Camila se encontraba sentada en un restaurante, esperando pacientemente a su mejor amiga Wendy. Tenía muchas ganas de contarle sobre el enigma de Ethan, aquel hombre a quien no podía leerle sus mentiras. Mientras esperaba, no podía evitar mirar las redes s0ciales de Ethan en busca de alguna pista que confirmara sus sospechas de que era un abogado mentiroso y charlatán. —¡Lo siento, pero a lo mejor debe haber algo que diga que ese hombre es un abogado horrible o que se yo. Sé que no lo conozco mucho, pero creo que miente hasta para decir buenos días! Sus ojos se deslizaban por las publicaciones de Ethan en diversas plataformas, buscando cualquier indicio que pudiera confirmar sus sospechas. —¡Oh, como… que es famoso y parece que… es muy sociable… ay que Wendy venga rápido! creo que ella