“El mal existe, pero no sin el bien, como la sombra existe, pero no sin la luz.” (Alfred de Musset) Durante ese inicio de semana, Adriana ha estado algo ansiosa. Desea que los días transcurran rápidamente y llegue el fin de semana. Está segura que él vendrá. Eso se lo dice su corazón. Mas, no imagina lo que ocurrió el domingo mientras ella atendía a su cliente. Toma su celular, sale de la habitación, se topa con Simón, quien viene caminando algo apurado y sin percatarse de ella, tropieza y se le cae el teléfono. —Carajos Simón, ve lo que hiciste —dice mientras se agacha para recogerlo. —Discúlpame Adri, no me fije en que venías. Déjame revisarlo —extiende la mano y ella se lo entrega. —Necesito que lo repares pronto. Tengo que ensayar y justo iba a la sala para montar un show para e