Paso junto a Thea como una bala. Se levanta de un salto del sofá al escucharme jadear. —¿Lin? —me mira, confundida, y comienza a seguirme escaleras arriba—. Aisling, ¿qué pasa? ¿A dónde vas? ¿Y Alaric? No respondo. Solo oír su nombre me provoca una mezcla de rabia y dolor. Cruzo el corredor rápidamente y entro a mi habitación. Thea me sigue, y cuando me alcanza, toma mis hombros y me voltea. Al ver mis ojos enrojecidos y las lágrimas acumuladas, su rostro refleja sorpresa. —¿Qué...? ¿Por qué estás…?. Y en ese instante, me rompo en mil pedazos. Estallo, dejando escapar un llanto sonoro y desgarrador. Las lágrimas caen sin control, como cascadas ardientes. Intento contener los jadeos para que nadie más escuche, pero no puedo. —Lin, me estás asustando, ¿qué te sucede? —Thea murmura, angu