Capítulo 3

1822 Words
Raquel La cambio, vuelvo a la cocina con ella en brazos, caliento el biberón y la llevo a darle de comer. Mientras regresamos a la habitación, Duda intenta tomar la botella y no puede, solo se la doy cuando llego. Su atención vuelve al dibujo, y mientras amamanta y observa, estoy un poco celoso de Nella por tener una princesa como Dudley, y nunca tendría un bebé para llamarlo mío. Puse a Duda a eructar, la acosté a mi lado y la vigilé mientras la maldita cosa prestaba atención al dibujo. Cuando miro, Dudley se había dormido y ya casi estaba terminando el dibujo. Le pongo un almohadón para que no se dé la vuelta y me voy corriendo a ducharme, siempre atenta a cualquier ruido. No tardaré, salgo pronto y me cambio, me pongo un camisón n***o que había recibido de Nella como regalo de cumpleaños. Veo que Duda está durmiendo plácidamente y cambio el canal de televisión y me voy a ver mi serie favorita: CSI Las Vegas , me encanta esta serie, estaba en una parte tan buena. Me muero por saber quién fue el asesino cuando mi timbre suena justo a tiempo. "Maldita sea, en la mejor parte, si es Nella , puede irse con su hombre y venir a buscar a Dudley mañana", me quejo; en el mejor de los casos, me interrumpe y la campana insiste, miro una vez más para asegurarme de que Duda no se caiga, bajo rápidamente las escaleras y abro la puerta, me enfrento con el hombre mis deseos prohibidos justo enfrente de mí, toda sexy, sin afeitar. Este hombre era pura lujuria. —David, ¿había algo con Nella y Diogo? Pregunto preocupada y al mismo tiempo curiosa por saber que estaba haciendo ahí, en mi puerta. — ¡Tranquila, Raquel, están bien! dice, tranquilizándome, y yo no entiendo nada. Siento sus ojos en mi cuerpo y recuerdo que estaba allí en camisón, nada más, y me avergüenzo de él, pero por la mirada que me estaba dando, estaba disfrutando de ver mi cuerpo así, así, en ese camisón. - ¿Qué haces aquí? Pregunto con miedo. — ¡Vine a hablar contigo, Raquel! finalmente dice . Sin embargo, eso no es lo que escucho. Lo escucho decir: “¡Quiero follarte!” Por el amor de Dios, tranquilízate mujer, calma tu fuego por este hombre, ¡nunca sabrá de ti! "¡Será mejor que te vayas, David!" — pregunto por miedo a querer atacarlo con ese delicioso cuerpo; mis manos ansiaban sentir la textura de su pecho. "Raquel, ¿estás sola aquí?" me pregunta, aprensivo. —David, si estoy con un niño de casi un año, entonces no estoy sola, sino acompañada —le respondo groseramente; ¡el hombre es todo igual y hasta veo el alivio en su rostro, hombres ! - ¡OK! Entonces, ¿puedo entrar? — ele pede todo carinhoso e não sei mais o que fazer, acabo deixando entrar na minha casa e abro um pouco mais a porta, ele passa por mim e ouço um gemido, e eu mesma me controlo para não gemer em seu ouvido como ele gemeu ahora poco. Eso, sí, fue una tortura. "Bueno, ¿de qué va nuestra conversación?" - digo nerviosa, le pido que cierre la puerta y trate de mantenerme lo más lejos posible. - ¿Estas nervioso? pregunta, viniendo hacia mí, y estoy caminando hacia atrás hasta que siento que estoy apoyado contra la puerta. - ¿No se de que estas hablando? Me acuesto, queriendo sentir su toque y al mismo tiempo sentir su cuerpo acercándose mucho al mío. "Te juro que traté de alejarme de ti..." me dice y me armo de valor para decir: —Será mejor que nos mantengamos alejados el uno del otro —supliqué, con la voz temblorosa. - ¡No! - Dice en voz alta y continúa: - ¡No sabes lo que es para mí no verte! "David, por favor vete, te lo ruego". - ¡No! No sé lo que te pasa, pero te lo suplico, me arrodillo a tus pies, ¡por favor no me despidas! dice con voz adolorida, y me quedo sin palabras. Nunca imaginé ver esta escena, Davi, un hombre de seis pies, arrodillado frente a mí, pidiendo estar cerca de mí. “¡Nunca lo entenderías! Digo y siento las lágrimas correr por mi rostro. "Así que ayúdame a entender lo que te pasó?" ¿Por qué negar el amor que siento por ti? dice con voz torturada. Al verlo allí así, no puedo evitar abrazarlo. "¿Sabes lo que es ver a tu hermana feliz, bien amada por el hombre que la acepta por los problemas que enfrentó en el pasado?" — Mi amor, te acepto, nunca te negaría, ¡te amo más que a mi vida! - Se levanta y al ver como brotaban las lagrimas, se empieza a secar y dice: - Entonces dime que te paso? "No puedo, estoy disgustada conmigo misma", confieso, abrazándome como si eso me protegiera de todo el daño que me había pasado. "Mi hermosa hechicera, dile a tu hombre lo que te pasó?" – vuelve a preguntar, y decido decirle de inmediato: - ¡OK! ¡Me estás pidiendo que te lo diga, y luego estoy seguro de que cuando te enteres, es posible que ya no quieras estar cerca de mí! "¿Cómo puedes decir algo así, cuando ni siquiera pareces conocerme?" - dice, y me alejo de él asustado al ver la expresión de lástima y lástima. Yo no tomaría eso de él. "¡David... yo... yo fui violada!" Lo dejo ir y todo lo que escucho es silencio. Cuando me doy la vuelta, veo que la expresión de Davi pasa del dolor a la ira en cuestión de segundos. - ¿Cuándo? - dice Davi muy bajo, puedo decir por su voz que se estaba controlando para no despotricar. “Han pasado algunos años,” susurro y me abrazo de nuevo, temerosa de sentir rechazo, vuelvo a llorar de alivio por haber podido decir el secreto que tanto me atormentaba. Me quedo ahí abrazándome con la cabeza gacha y sin querer ver lo que ya sabía, que Davi se fue, me dejó allí, sola con mi dolor. - Mi hechicera, hermosa, ¡cómo no me dijiste esto antes! - dice, y me sobresalto al ver que Davi estaba muy cerca de mí. —Pensé que te habías ido —digo finalmente mientras lo miro a los ojos y veo amor allí, no ira. "¡Nunca me iría!" Jamás te abandonaría y te dejaría así, así, sufriendo, te quiero mucho, claro que no tienes idea de cómo me conmovió escuchar algo que te pasó y no poder estar ahí protegiéndote de todo el mal que te paso - me dice David y me abraza. — ¡Gracias , David, por quedarte aquí, cerca de mí! — Lo abrazo muy fuerte. "¡Mi hechicera, no hay nada por lo que no estar agradecido!" - me dice, jala mi cara con su mano y me da un ligero beso que, poco a poco, se hace más grande y, cuando voy a ver que estoy acostada debajo de él, nuestras manos se están acariciando. — Mi hechicera hermosa, extraño sentir el sabor de tus besos tan delicioso — me dice Davi tan cariñosamente que quiero volver a llorar. Se baja de mí y nos tumbamos uno al lado del otro, abrazándonos. — Yo también te extrañé mucho, Davi — Te confieso un poco avergonzado por expresar ese tipo de pensamiento. - ¡Que bueno mi amor! Yo también te extrañé mucho, tenía tantas ganas de verte que me frustré al ver que ya no querías verme. - No tienes idea de cómo me sentía al no hablarte, al no poder tocarte, mi mayor temor era que no quisieras aceptar lo que me había pasado. “Mi amor, tenemos que luchar contra cada pensamiento que tenemos. Siempre te amé, pensé que nunca tendría una oportunidad. La noche que te vi en ese club con Nella , se me calentó la sangre —dice todo celoso. — Con Nella , ¿no? - arete. — Jajaja , con los dos. Siempre estuve muy celoso de ti. Esa noche, cuando vi a los chicos tocándote, perdí la cabeza”, dice todo posesivo, y me encanta. "Um, bueno saber que eres todo posesivo, hazme saber que hay una perra en tu camino para que puedas ver de lo que soy capaz", le advierto. "Um... Así que mi hechicera es una chica vengativa... Es bueno saberlo". - Bromea y vuelve a besarme y en sus brazos no siento ni miedo ni vergüenza. A tu lado, me siento completo. Su toque en mi cuerpo no me asusta ni me disgusta. Estaba allí amando sentir su toque en mi cuerpo haciéndome sentir muy caliente. ¡El toque de tu boca sobre la mía es como la cura! Era como si la boca de David dijera: "Estos besos que te doy con mi boca son para quitarte cualquier dolor o sufrimiento". Y eso es lo que estaba sintiendo en ese momento. —Me encanta besarte —confieso, susurrando. “A mí también me encanta besarte y un día amaré y adoraré todo ese hermoso cuerpo tuyo”, declara, pasando su dedo por mi labio . "Um... ¿alguna vez dejarás que ame tu cuerpo?" pregunta mientras besa mi cuello, haciéndome gemir suavemente. “Quiero sentir tu cuerpo amándome de la misma manera que yo amo sentir tu toque en mi piel. “Um…” gime y me da un pequeño mordisco en mi hombro, ahí siento su lengua bailando a través de mi piel como si estuviera reconociendo su territorio. - ¡Mi Dios del cielo! ¿Qué fuego es este? Pregunto, sintiendo que su polla estaba dura y rozando mi coño, que ya estaba goteando de deseo por él. — Ese fuego que está loco por penetrarte y dejar quemando cada rincón de tu cuerpo que encuentra — dice muy provocativo Davi y comienza a hacer un ida y vuelta muy delicioso, dejándome al punto de disfrutar tan solo con ese simple acto. Cuando ya estaba con ganas de pasarle las uñas por la espalda, me sorprendo al ver que mi bastardo delegado ya se estaba quitando la camisa y mostrando su delicioso pecho, dejándome disfrutar de la hermosa vista. - ¿Estás disfrutando viendo? —David me habla muy provocativamente al oído. “Sí… estoy enamorada”, confieso, pasándome la lengua por la boca y queriendo saborearlo en mi boca. - Hmm... No veo la hora de sentir tu lengua en mi polla, de verte lamiéndola como si fuera una piruleta muy rica - dice muy provocativo en mi oído, ahora siento que me acaban de arruinar las bragas. esas palabras.

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