Relata Nathan.
Lo vi a través de la cámara correr, llegó a la oficina con la lengua a fuera. Se paró bajo el mural con el hombro recostado en el marco de la puerta. Agotado me miró y peino su cabello con la mano libre —Señor del inframundo, su demonio se retrasó un momento porque tropezó con un ángel—, curvé las comisuras fingiendo una sonrisa y continúe revisando papeles.
—¿Así? ¿Y quién es ese ángel?
—Una hermosa mujer con la que tropecé frente a recepción… a la cual estaba invitando a salir, pero mi jefe malvado no me lo permitió—, arqueé una ceja.
—¿Salir? ¿Y ella dijo que sí?
—No pude saberlo, ya que me hiciste subir corriendo. Arruinaste mi conquista—, reprochó. Le miré fijamente. Achicó los ojos y me señaló con el dedo —Tú me estabas viendo por las cámaras, viste que estaba e
