Angelo
“Le dispararon al señor Ferrara en la cabeza. Quemaron la casa completa, alcancé a sacar a Emiliana y pedirle que escapara, no debe estar muy lejos de aquí”
Me dijo Elsa Farina, la mucama que nos servía de informante en la casa Ferrara.
Nada estaba en orden, Marco se había saltado mis indicaciones pese a que le advertí no dejar la seguridad que le otorgué. Su muerte no era una sorpresa ya que él mismo se lo había buscado al desobedecerme, sin embargo, el meollo del asunto recaía en que el maldito era el adorado padre de Emiliana y para colmo, ella presenció el asesinato.
Algo así se convertía en un suceso traumático que no se superaba tan fácil.
Cuando vi llegar la camioneta de Alonzo a través del cristal, supe que traía consigo a la que, contra todo, se convertiría en mi e
