Capítulo 19

1285 Words
Salí del comedor con pasos rápidos, casi tropezando con el umbral de la puerta. Sentía un nudo en la garganta y una presión en el pecho que amenazaba con explotar. El aire fresco del pasillo me golpeó, pero no logró calmar el torbellino en mi mente. Me apoyé contra una pared, cerrando los ojos mientras intentaba regular mi respiración. Los ecos de los pasos de Dimitri me hicieron girar la cabeza. Su voz era urgente, casi desesperada: —Kate, por favor, espera. No quería verlo, no podía enfrentarlo, pero tampoco pude moverme. Cuando llegó a mi lado, tomó mi brazo con suavidad, obligándome a girar hacia él. —Dime qué pasa. —Su tono era firme, pero en sus ojos había confusión y un atisbo de miedo. Lo miré directamente, con una mezcla de rabia y dolor reflejada en mi rostro. —¿Qué pasa? —repetí, dejando escapar una risa amarga—. Dimitri, ¿de verdad necesitas que lo diga en voz alta? Saqué mi móvil y le mostré las fotos que corrían por toda las r************* . Su expresión se congeló. Pude ver cómo la sangre se le iba del rostro mientras tomaba el móvil de mis manos para observar las imágenes con detenimiento. —Esto... esto no es lo que parece —dijo al fin, devolviéndome el móvil. —¿Ah, no? —Mi voz se quebró—. Entonces explícame, Dimitri, porque a mí me parece exactamente lo que dicen las fotos: una traición. —Kate, por favor, escucha... —¿Escuchar qué? —interrumpí, alejándome de él—. ¿Que esto no es lo que parece? ¿Que tienes una explicación lógica para mentirme cuando te pregunté? ¿Que fue un malentendido? —¡No es lo que parece! —exclamó, elevando la voz. Pero su tono no me convenció; era demasiado apresurado, demasiado ansioso. Lo miré fijamente, buscando en su rostro algún rastro de la verdad, pero solo encontré más preguntas. —¿Cuándo pensabas decirme la verdad? —susurré, con un hilo de voz—. ¿Te costaba tanto confiar en mí? Él dio un paso hacia mí, pero levanté una mano, deteniéndolo. —No te acerques, Dimitri. Un silencio pesado cayó entre nosotros. Podía escuchar el murmullo lejano de las voces en el comedor, completamente ajenas al caos que se desataba aquí afuera. —Kate, te lo juro, esto no es lo que parece. —Su voz era más baja ahora, casi suplicante—. Alguien quiere destruirnos. Me crucé de brazos, tratando de mantener la compostura, aunque sentía que iba a derrumbarme en cualquier momento. —¿Y Luisa? —pregunté, sin poder evitar que su nombre saliera de mis labios como un veneno—. ¿También es parte de esta "trampa"? Dimitri no respondió de inmediato. Apretó la mandíbula, como si estuviera buscando las palabras correctas, pero el silencio fue suficiente para destrozarme. —Eso pensé. Me giré para irme, pero él volvió a sujetarme del brazo, esta vez con más fuerza. —Kate, no te vayas. Mi familia está aquí y necesitamos solucionar este mal entendido. —¿Mal entendido? —mi voz se quebró, mientras lo miraba con los ojos llenos de lágrimas—. Dimitri,esto no se trata de que si me mentiste o no. Se trata de que se ha hecho público y que he quedado como la mujer recién casada engañada. Se trata de que estás poniendo en peligro la custodia de Azad con nosotros. Me solté de su agarre y me alejé rápidamente, dejando atrás su mirada llena de desesperación. Al cruzar el pasillo, me encontré con Aurora y Elyf, que me esperaban al final con rostros preocupados. Aurora dio un paso adelante, pero levanté una mano para detenerla. —No digas nada. Necesito estar sola. Sin darles tiempo a replicar, me dirigí a la salida. Afuera, la noche estaba fría, pero el viento helado era un alivio comparado con el fuego que me consumía por dentro. Mientras caminaba hacia el jardín, lejos de la casa, solo tenía una pregunta en mente: ¿Por qué me dolía tanto esas fotos? Aunque el miedo de perder a Azad ante esas fotos era enorme me sentía engañada por Dimitri. Sentía unos descontrolados celos y enojo te entonces lo entendí. Estaba saliendo perdiendo ante este acuerdo. Me estaba enamorando de Dimitri y este acuerdo de estaba saliendo de mis manos. —¿Kate? —La voz de Azad hizo girarme —. ¿Por qué lloras? Limpié rápidamente las lágrimas de mis ojos y me acerqué a él. —¿Qué haces aquí tiburoncin? —La abuela me envió a mi habitación porque tenían que hablar temas de adulto y vi como discutías con mi tío, ¿sucede algo? —No mi corazón —Lo atraje a mi cargándolo sobre mis piernas —. Solo son desacuerdos de adultos es todo. —¿Te irás? —Su voz se hizo más aguda —. Por favor no te vayas y me dejes. Se aferró a mi pecho abrazándome haciendo que un nudo se instalara en mi garganta. —Jamás te dejaría tiburoncin —Dejó un beso sobre su cabeza —. Ahora vamos a tu habitación a cambiarte para dormir. Asiente, tomó su mano y caminó entrando a la casa. En las escaleras me encuentro a Aurora y Elyf; le hago un gesto negando y ambas asienten haciéndose a un lado. Subimos a su habitación, le ayudo a colocarse su pijama y me busca el cuento que quiere que le lea. Luego de terminar la lectura, observo como duerme plácidamente. Lo acomodo arropándolo, dejo un beso en su frente y apago las luces dejando solo su lámpara y cerrando finalmente su puerta. Al bajar me encuentro a Aurora al final de las escaleras, me siento a su lado y me mira fijamente. —¿Estás bien? —Asiento recostando mi cabeza sobre su hombro. —¿Dónde están todos? —Se han enterado de todo y decidieron marcharse para dejarlos solucionar sus problemas —Hace una pausa —. Menos Elyf y Dario. Ella lleva rato discutiendo en el despacho con Dimitri al parecer. —Quisiera irme, pero le prometí a Azad quedarme y no pienso romper mi promesa —Levantó mi cabeza inspirando —. Me siento demasiado agotada. ¿Te quedarías hacerme compañía? —Claro. Yo siempre estaré cuando me necesites. Sonrío, me levanto tomando su mano y caminamos subiendo las escaleras. La llevo a una de las habitaciones desocupadas y le digo que me espere mientras busco pijamas para ambas. Entro a la habitación buscando lo necesario, escucho la puerta de la habitación abrirse y me encuentro con Dimitri. —Kate, ¿Podemos hablar? —Ahora no Dimitri. Hablaremos después si quieres. Paso por su lado para salir, pero antes de hacerlo me detiene. —¿A dónde vas? —Dormiré con Aurora en una de las habitaciones de huéspedes —Me suelto de su agarre —. No tengo porque darte explicaciones de mis actos. Salgo de la habitación azotando la puerta y caminando hacia la habitación donde está Aurora. Al entrar no veo rastros de ella. ¿Qué se ha hecho? Entro al cuarto de baño cambiándome colocándome la pijama, luego de unos minutos aparece entrando a la habitación. —¿Dónde estabas ? —Fui por agua a la cocina y salí a responder una llamada. —¿Segura? Luces algo sonrojada. —Seguramente por el frío que hace afuera —Suspira —Ire a cambiarme, para también ya dormir. Entra al cuarto de baño y yo tomo el móvil viendo nuevamente aquellas fotos que perturbaron completamente nuestra cena de noche buena...
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