Capítulo III La noche de la inauguración del nuevo Teatro Regio, contrariamente a los temores, se desarrolló de forma tranquila y festiva. Al acabar, después de la despedida de todas las autoridades con sus escoltas armados, Ada y yo nos fuimos de piazza Castello para regresar rápidamente al periódico, informar oralmente al director que no había pasado nada e irnos rápidamente a la cama a casa de ella. Nos montamos en su auto con el cartel PRENSA-PRESS, un FIAT 500 especial azul modelo Scioneri, con volante, salpicadero y palanca de cambios de madera y asientos envolventes especialmente cómodos,8 que al llegar ella había estacionado en via Po, no muy lejos de la piazza Castello, en dirección al río. Dimos toda la vuelta y, unos cien metros después, giramos a la derecha, llegando de nuev