Capítulo XIV Manforti fue encerrada en una celda de la comisaría y, aparentemente de manera extraña, no fue interrogada. Pidió en vano a todos los agentes que se le presentaban delante poder hablar con los investigadores. Antes del 22 de septiembre de 1988, no se concedía al arrestado «la facultad de nombrar un abogado defensor de confianza y acudir a la defensa a costa del estado en los casos previstos por la ley», como indica desde entonces el Código de Procedimiento Penal.54 Por tanto, inicuamente, la persona detenida no podía recurrir de inmediato a un abogado para conseguir tutela legal, sino que, en los primeros días de la detención estaba bajo el poder de las fuerzas del orden. Aparte del propio Vittorio, solo yo sabía que él consideraba bastante poco probable, si no imposible, qu