Fenhir yacía en el suelo en un campo abierto jadeando, mientras el resto se desternillaban de risa al verlo ahí tirado. Cal era el único que no parecía causarle mucha gracia verlo así, mientras Nessan permanecía de pie frente a él. - ¿Éso fué todo?. Le preguntó con incredulidad. Fenhir se incorporó cómo pudo mientras sujetaba su espada. - Claro que no. Respondió con voz entrecortada. - Que bien, por un momento pensé que ya te habías dado por vencido. Fen hizo una mueca hostil y se puso en guardia, pero justo antes de siquiera moverse Nessan ya lo había tirado al suelo de nuevo. Todos guardaron silencio puesto que ninguno pareció comprender bien del todo que fue exactamente lo que sucedió. - Siguiente. Dijo Nessan señalando a Stavros. Y justamente igual que Fenhir se hayaba tira