Cal y el resto se hallaban sentados en una cómoda y espaciosa sala muy amplia y decorada alegremente. Habían todo tipo de flores en el interior, tantas que por un momento Cal pensó que se hayaban en un invernadero. Los sillones eran mullidos de color verde oscuro y habían jarrones con exóticos diseños, estatuas de mármol blanco había por todas partes, unas eran increíblemente realistas. Fenhir observó cómo Nessan seguía siendo amante de las aves ya que tenía varias aves revoloteando libremente en la estancia. - ¿No se van?. Le preguntó. - ¿Porque habrían de irse? Aquí se les trata muy bien, tienen agua y comida en abundancia, demás está decir que tienen libertad, por las mañanas abro las ventanas y las puertas para que puedan volar, ellas salen, hacen sus cosas de aves y regresan por