"Calisto, veeeeeen..." Cal sintió como se le ponían los pelos de punta. - Vamos por allá. Dijo Janos quien de pronto se había puesto más blanco que un muerto. Los cuatro fueron corriendo derecho, hasta que llegaron a una bifurcación. - Por aquí. Indicó el Conde. Calisto podía escuchar más pasos atrás de ellos. Luego de correr por varios minutos Cal agradeció a Nessan por haberlo acostumbrado a correr. “¿Correr?" Pensó. ¿Porque motivo corrían?... - Belial, sacanos de aquí. Dijo Calisto. Belial se detuvo en seco, los tomó a los tres como si les estuviera dando un abrazo grupal y... nada. - No lo entiendo. Dijo Belial confundido. Janos miró asombrado a Belial. - ¿Tu eres... en verdad eres Belial?. Le preguntó. Belial asintió. - Sigamos por aquí. Dijo Janos. Al cabo de un