- Miguel, debes ver esto. Dijo Rafael mientras estaba en cuclillas examinando de cerca el cadáv*r de un hombre. Miguel se acercó y pudo ver a un hombre que en vida era joven y fuerte. Tenía la piel muy pálida y tenía varias marcas en el cuerpo, unas de ellas eran mordidas y otras quemaduras. Las quemaduras tenían forma de dedos, como si le hubiesen sujetado las muñecas con guantes de armadura al rojo vivo. También tenía arañazos en la espalda, pero no simples arañazos si no profundos cortes. Sus ojos estaban completamente negr*s y no tenía uñas en ambas manos. Miguel le abrió la boca y en la lengua estaba un extraño símbolo quemado en ella. - ¿Sabes lo que significa?. Le preguntó Uriel quien acababa de llegar seguido de Gabriel. - Éste hombre fue poseído en vida. Les contestó co