Cuando Axel entró a su auto, dejó el pastel en el asiento del copiloto mientras reposó su cuerpo, emitiendo un suspiro para tratar de calmarse, ya que estar tan cerca de esa elfa, ocasionó que volviera a experimentar esa extraña sensación, que sufría cada vez que se topaba con ella. Como había transcurrido varias semanas desde que no la veía, había olvidado lo intenso que era estar en la cercanía de Meridia Larios, al grado que todavía toda su piel se encontraba erizada, y lo peor de todo, es que ahora quería hacerla suya, no iba a negar que se excitó un poco cuando la vio tan cerca, con sus labios entreabiertos, su respiración entrecortada, ocasionó que su mente comenzara a imaginarse escenas que él jamás en su vida pensó recrear con alguien de esa especie, incluso él no deseaba admitir q