Varias horas después, Meridia y Axel se encontraban en un prestigioso salón de belleza que, el alfa había alquilado exclusivamente para que ayudaran a Meridia en su cambio de apariencia. Aquel lugar era atendido por lobos betas, los cuales estaban al tanto de lo que estaba haciendo Axel con respecto al tema de la pareja falsa, sin embargo, ellos estaban bajo un contrato de confidencialidad, en el cual no podían decir absolutamente nada sobre lo que estaba ocurriendo, porque de lo contrario la demanda que recibirían sería astronómica, y sin duda alguna los Wolfgang se encargarían de destruirlos a todos.
—Aquí está la elfa… hagan lo que saben con ella. Nada demasiado exagerado, solo pónganla presentable, y que ya no luzca como una esclava lamentable —dice Axel entregándoles a Meridia, la cu
