Cuando Meridia llega a su casa, ya estaba oscuro como siempre, y ella todavía no quería pasar por la casa de su mamá, porque había venido llorando en todo el camino, y posiblemente sus ojos estaban hinchados o su voz estaba ronca, por lo cual debía calmarse y cuando se sintiera mejor entraría, es por eso que antes de llegar fue donde su amigo Lorien, el cual dentro de su casa se podía escuchar que estaba ocurriendo una batalla o algo malo, porque podía oír que se estaban rompiendo cosas hasta que luego un hombre muy alto sale diciendo: —¡Maldito elfo, no me verás jamás! —grita claramente un hombre lobo, el cual estaba semidesnudo, y Meridia cuando observa que ese hombre salió con sus zapatos en la mano y la camisa desabotonada, supo de inmediato de que se trataba. Ella rápidamente entró