Después que Axel se fue de la cabaña, regresó a la fiesta y no le quedó otra opción que volver con Susana, ya que su futura esposa impuesta por su padre, le reclamó a donde había estado en el instante que lo vio, alegando muy molesta que durante todo ese tiempo lo había estado buscando. Por otro lado, como ya era muy de noche, Meridia optó por ir a dormir; ese día había sido muy matador y ella lo único que deseaba era descansar, sin dejar de pensar en lo inusual que estaba actuando Axel últimamente. No sabía si era a causa del celo, o por cualquier otra razón, pero lo que si Meridia podía darse cuenta era que Axel ya no era el mismo de antes, y eso de cierta forma le agradaba. —Le escribiré antes de irme a dormir. Quizás está con esa hermosa mujer, o debe estar durmiendo…—murmura Meridia