Terry no puede creer que todo lo que estaba ocurriendo fuera producto de una mera coincidencia. El nombre Lorien podría ser popular entre los elfos, sin embargo, que justamente un “Lorien” sea amigo de la elfa de Axel, la cual vive en el barrio donde él lo dejó hace unos nueve años atrás le parecía demasiada casualidad junta. Sin duda alguna eso que estaba sucediendo era un juego del destino, quizás la diosa de la luna tenía algo que ver en todo eso, es por eso que Terry se asustó y pretendió huir para no traer de vuelta esos recuerdos que hasta el día de hoy lo atormentaban. Sin embargo, había algo dentro de él que le impedía llevar a cabo sus deseos de salir corriendo. Once años atrás En aquella época Terry tenía diecisiete años, y en un día como cualquier otro, su padre llegó con un