De acuerdo, ni mis 39 años, ni mi experiencia en el asunto ha funcionado esta noche, y aquí sigo bajo la cascada de agua helada de mi ducha tratando de dejar de ser un adolescente en plena revolución hormonal. Me apoyo sobre la pared lateral de la ducha, y me rio de mí mismo al verme en esta situación gracias a esa mujer que hasta hace poco veía como solo mi amiga. —¿Marcos?— Escucho la voz de Mar proviniendo de la habitación. —Estoy aquí, pasa— Le aliento. —No voy a pasar… te espero aquí— —¡Pasa!— Insisto y después de algunos minutos, veo a través de la mampara que la puerta se abre y allí esta ella quien se voltea de inmediato al darse cuenta de que estoy desnudo. —¿Para qué me haces pasar? Pensé que estabas vestido— Se queja haciéndome reír. —Mar… casi terminamos teniendo sexo h