Un hijo para el doctor

prólogo

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Me sentía nervioso y no sabía porque motivo. Quizá me estaba arrepintiendo de hacer esto...no, no es eso.

Esto es lo que quiero, pero ella me pone así. Siento nostalgia al pensar que pronto va a dejarme.

¿Eso es lo que quiero? No, no quiero que se vaya, pero asi estaba estipulado en nuestro contrato.

Salgo de mis pensamientos cuando veo que ella comienza a bajar de las escaleras, con su cabello n***o suelto ondulado y una corona de flores en la cabeza, mientras su vestido blanco de gaza se mueve ligero con cada movimiento, se ve tan hermosa y tan tímida.

No puedo evitar sonrojarme al verla, me acerco al pie de la escalera para ayudarla a bajar el último escalón y no puedo evitar llevar una de mis manos a su abultado vientre.

— Te ves hermosa. — Le susurro.

Ella solo agacha la cabeza con una sonrisa, se avergüenza cada vez que le hago un cumplido.

Entonces siento un fuerte golpe que mueve mi mano.

— Vaya, alguien está feliz de sentirte.— Dice ella con una sonrisa tímida y me mira con sus ojos chocolate que brillan mágicamente y me derriten el alma.

— Nuestro bebé esta contento. — Le respondo. Ella se tensa un poco.

— Pronto será solo tu bebé.— Dice más como un susurro, pero siento como le duele pronunciar esas palabras.

Yo me quedo callado, no se que responderle. Es cierto. La contrate solo para darme un hijo y después debía marcharse, pero ahora no puedo apartarme de ella.

—Vamos William, se hace tarde. La fotógrafa nos está esperando.

Nos dirigimos al jardín donde la fotógrafa está preparando todo para la sesión de fotos, ambos acordamos hacernos un recuerdo de este momento para atesorárlo siempre.