El ruido de su celular provocó que Rhory saliera de sus profundos sueños. Recostado sobre su estómago, el joven modelo giró su cabeza en dirección a la pequeña mesita de noche al lado de su cama. Sacando una mano debajo de la almohada, restregó uno de sus ojos para quitar los restos del sueño que le impedían levantar sus parpados. Ya más despierto, Rhory prestó más atención a su celular cuando este volvió a sonar. Tan pronto como informó que Max le había enviado un mensaje, el humano se empujó con sus brazos para sentarse sobre sus rodillas. Una queja escapó de sus labios al colocar presión en su pie izquierdo y rápidamente cambió de posición sentándose en su trasero. Tomando su viejo celular de la mesita de noche, el joven modelo lo desconectó del cargador. Desbloqueándolo, inmediatamen