Valeria llegó sola a las oficinas de la revista Caleidoscopio y estaba vestida de forma sumamente provocativa. Eso le permitió entrar al instante, luego de que el editor la viera a través de las cámaras de seguridad. Subió la larga escalera con convicción. La sección de redacción estaba vacía porque el horario laborar ya había concluído. Por instrucciones de Candy concretaron una reunión justo a esa hora, para poder llevar a cabo el plan sin interrupciones. La puerta de la oficina del editor se abrió antes de que ella pudiera golpear y Armando Aguilar hizo un análisis tan descarado de su anatomía que sintió asco del tipo. Y lo que más le molestó fue no poder mandarlo a la mierda, tenía que mantener su papel de chica bobalicona que está desesperada por conseguir el trabajo de sus sueños en