Kendall Suspiro con gran suavidad, cierro los ojos y trago saliva con fuerza al dedicarme a escuchar los tonos a través del teléfono. La ansiedad se apodera de mí, al estar a poco de soltarle la bomba a Malcom, ya había guardado ese secreto durante muchos días, por lo que, sabía que era tiempo de confiar en él y decirle lo que verdaderamente pasaba. —Kendall, amor, ¡Hola! —habla el chico con notoria emoción, lo que me hace sonreír. Me acuesto en la cama y muerdo mi labio inferior, sintiendo como mi corazón se acelera levemente, él era un buen chico, no tenía ninguna queja, amaba sus atenciones y la forma en la que me trataba, motivo que me hacía ver una vez más el error al que había caído al no hablarle con la verdad desde el primer instante. —Hola, cielo —lo saludo al aspirar con s