Kendall —Tenías razón —comienzo a hablarle a Arizona justo cuando se sienta a mi lado en un parque cercano a la librería donde trabajo. Acomodo las gafas oscuras sobre el puente de mi nariz y muevo mi cabeza para mirarla. Había tratado de evitarla durante todo el día en la universidad… de hecho, me mantuve alejada de todos, incluso de Audrey, quien, desde lejos, me lanzaba miradas cargadas de tristeza. Desde el día anterior no quise hablarle mucho, con mucho costo respondía a sus preguntas con pequeños monosílabos, me sentía tan mal y tan culpable, que no quería ni siquiera levantarlo a ver. —Casi siempre tengo razón —responde la morena al torcer una sonrisa—, debes de necesitarme mucho para haberte escapado de tu trabajo para venir a verme —murmura al estirar una mano para quitarme l