Me desperté muy temprano, descanse placidamente pues Rosa prácticamente me arrastro a la alcoba después de las once de la noche, diciendo que me iba a enfermar si seguía así. Hoy también Félix me estaba esperando, me encamino a la escuela dejando a más de uno con la boca abierta y a mi más roja que un tomate de la vergüenza. Camine al aula, extrañe tanto a mis amigos me sentía sola, este año estaría a merced de los “mejores del instituto” y no podría nadie a ayudarme, eso ni pensarlo en este curso era una desconocida total, nadie se me acercaba ni me hablaba. Seguía con la ansiedad apoderada de mí, estaba tan nerviosa por mi examen de admisión que casi no preste atención en las clases, era la primera vez que tenía tantas miradas encima. (Hoy era el día de las primeras veces) e