Llegue a mi habitación designada entre al baño y llore amargamente por un buen tiempo, salí del largo baño con mis energías totalmente drenadas sin darme cuenta estaba amaneciendo, me pare en la ventana francesa que había en el cuarto mirando nacer el nuevo día. Me reí de mi misma con ironía ¡En verdad pensaste que ese hombre iba a preferirte a ti! ¡Qué tonta eres Melissa Williams! Eran las cinco de la mañana, me disponía a dormir quería olvidar todo por un momento, olvidarme que por un momento quise creer en el amor y baje mi guardia. —No pude dormir ni un segundo desde que Melissa abandono la habitación, mi mente funciona al cien por ciento me devané los sesos reflexionando en quien puso haber tomado esas fotos. Era alguien muy vicioso, ya que el ángulo en que fue tomada daba a notar