CINCO Sam despertó con una espantosa jaqueca. Abrió un ojo y se dio cuenta de que se había quedado dormido en el suelo del granero, sobre la paja. Hacía frío; ninguno de sus amigos se había tomado la molestia de atizar el fuego la noche anterior, porque todos estaban demasiado drogados. Peor aún, la habitación seguía girando. Sam levantó la cabeza, sacó un trozo de paja de su boca, y sintió un terrible dolor en las sienes. Se había quedado dormido en una mala posición, y ahora el cuello le dolía al moverlo. Se restregó los ojos para tratar de quitarse las lagañas, pero no fue sencillo. Realmente se le había pasado la mano la noche anterior. Se acordaba de la pipa de agua. Luego, de haber bebido cerveza; licor de whisky. Y después, más cerveza. Luego vomitó. Fumó un poco más de m*******a