Anastasia. —¿Le gustan los cupcakes? — le preguntó mamá a Adriano quien había terminado de comer justo ahora junto a nosotras. Ella es así de risueña y buena... suele ser la mejor tratando a las personas. Salí a ella en cuanto a la amabilidad, a siempre tener una sonrisa que brindar, ser servicial. Ella me ha inculcado muchas cosas buenas. —Me encantan, gracias — le contestó Adriano tomando uno de los bocadillos que mamá había horneado esta tarde y le brindaba en una bandeja. —Qué raro, a los hombres no les gusta mucho el dulce y tu comes helado y te encantan los cupcakes — emití mirándolo darle una mordida al bizcochito. —Tal vez su novia anterior se los horneaba, tú qué sabes Anastasia — yo reí por el comentario de mamá y también lo hizo Adriano. —No señora, ningu