Capítulo 4. Increíble pero cierto. Narra Ana Paula Lozano. Veo al hombre que ha venido a desestabilizar mi tarde, mi noche y mi boda en pleno mientras se marcha, no se porque demonios lo sigo con la mirada, creo que es para confirmar que al fin se larga dejándome tranquila. Nuestras miradas conectan y mi estúpido corazón se acelera. «¿Pero qué diablos me pasa?» Él sonríe descaradamente mientras se marcha, y yo siento que quiero golpearlo a él y a mi misma por ser tan tonta y mostrarme nerviosa. —Ana… Ana Paula— me llama Marco mientras aprieta ligeramente su brazo alrededor de mí— ¿Estás bien? Mi madre tiene rato hablándote— yo asiento y aterrizo otra vez porque me encontraba en las nubes pensando estupideces. —Lo siento, me distraje por un momento— me disculpo con mi suegra. Y el