Apple se llevó la mano a su mejilla, el ardor fue brutal, todo el mundo pareció quedar en shock por aquel golpe que parecieron sentir en sus propios rostros. Apple ladeó la sonrisa y sin pensárselo aplicó la de su madre, ella le dio un fuerte puñetazo a la chica en la nariz incapacitándola de todas las maneras y remató con una patada estilo Esparta para derribarla con más fuerza. Alexer y el resto quedaron perplejos por lo que veían, nadie, absolutamente nadie le había devuelto un golpe a diabla y mucho menos la habían derribado de una manera tan fácil. Apple la miró con superioridad. ―Vuelve a tocarle un pelo y tú quedarás lampiña, ¿Lo comprendes, zorra? ―Los gritos y aplausos llenaron el lugar, todos celebraron el actuar de Apple. Alexer que había perdido la respiración y ya estaba