Capítulo 2: Mala Idea

1411 Words
La respuesta de Apple fue como un balde de agua fría para Alexer, ¿Cómo es posible que se va por dos malditos años y ella ya está comprometida? ¿Cómo es que la ha perdido incluso antes de tenerla? Para él no fue más que una sorpresa amarga el saber que la dueña de sus sueños y pensamientos más morbosos está comprometida con un imbécil que se ve es un donjuán allá donde quiera. ―Un gusto, soy Ethan Nighy. ―El chico rápidamente se presentó. ―Es un gusto finalmente conocerte. ―Le sonrió con amabilidad, Alexer deseó sacar la mano y acertarle un puñetazo en la cara, pero sabedor de que Apple odia la violencia, le aceptó el saludo. ―El placer es todo mío… ―Ladeó la sonrisa y sin ni siquiera mirar a Apple giró para saludar a quien de verdad quería ver. ―¡Enana! ―Saray abrazó con fuerza a su hermano y chilló al verse por los aires. ―Estás demasiado musculoso y alto, Alexer. ―Río una vez tocó el suelo. ―¿No te volverás a ir, verdad? ―Al verlo negar chilló llena de emoción y lo volvió a abrazar, Alexer como siempre fue demasiado dulce con su hermanita. ―Madre. ―Hadassa en medio de las lágrimas abrazó a su hijo y tirando de él besó su frente. ―No llores, por favor. ―Le pidió mirando esos ojos oscuros y dulces. ―Ya estoy en casa, digo, es cierto que seré un dolor de huevo y… ―Es mejor que te calles. ―Gruñó Baylor, detesta que su hijo sea así, pero tal y como lo dice su esposa, no se puede quejar, solo se enoja porque es verse él a esa edad. ―Saluda a tu padre. ―Alexer lo miró con seriedad, ninguno apartó la mirada del otro y finalmente sonrieron para después darse un abrazo. ―Padre. ―Alexer se apartó. ―De una sola pieza como me lo ordenaste. ―Baylor realmente orgulloso asintió. ―Bienvenido a casa, hijo. ―Alexer giró y al ver a la pequeña pelirroja con esos tres rubios como escoltas carcajeó. ―¿Dónde está la mejor de las tías? ―Saray agrandó su sonrisa. ―¿Tan problemática como siempre? ―Ahora rodó los ojos. ―No cambias ni un poco, niño. ―Lo abrazó para después besar su mejilla. ―Es un alivio que estés en casa. ―Alexer esta vez miró a su tío. ―Te fuiste y ahora mi hija está comprometida. ―A Nozel no le importó que Ethan estuviera ahí presente. ―Se supone que cuidarías de ella como su primo que eres para que esto no pasara y decidiste irte. ―Alexer apretó la mandíbula, ahora está realmente arrepentido, se marchó para olvidarla, no puedo y ahora la perdió. ―Lamento fallarte, pero ¿Quieres una respuesta sincera? ―Alexer miró al susodicho. ―No creo que se lleguen a casar, conozco a los de mi especie. ―Se encogió de hombros. ―¡Esto es inaudito! ―Gruñó Apple tomando a su novio de la mano y alejándose, no piensa soportar todos esos ataques. ―¡Alexer! ―Los mellizos saltaron para golpearlo, pero Alexer de un movimiento le dio un puñetazo a cada uno. ―Muy lentos, ¿Es así como piensan sobrevivir el año que viene a la milicia? ―Ambos chicos se quejaron por el golpe, se pasó en fuerza. ―Es mejor que te vayas a alistar. ―Hadassa miró a su hijo. ―Hay algo importante de lo que debemos hablar contigo y Apple, no tardes. ―Alexer resopló, ahora mismo no la quiere ver, está demasiado de enojado. No debería sentirse de esa manera, ella es familia, es su prima y sabe que está mal, pero el solo hecho de saber que otro hombre obtuvo todo de ella lo encela de una manera enfermiza. ¿Por qué se enamoró si ella estaba centrada en sus estudios? ¿Por qué se ha comprometido con solo veinticuatro años? Le parece absurdo, ella ni siquiera ha disfrutado la vida. ―Por favor, Ethan. ―Apple lo miró dolida. ―Si te vas ahora, les vas a demostrar que todo lo que piensan de ti es real, no me dejes aquí sola. ―Las lágrimas en sus ojos parecieron no importarle, él subió a su coche maltrecho. ―No estoy para que se burlen de mí, Apple, tu familia no me quiere, así que no aguantaré humillaciones. ―Encendió el auto. ―¿Entonces eso es lo único que puedes soportar por mí? ―Sollozó incrédula. ―¡Me pediste matrimonio en tu piso, ambos solos, yo soporté eso por ti! ―Le recordó. ―Ellos solo están presionando, por favor… no cedas. ―Vaya, cuando me arrodillé ante ti estabas realmente feliz. ―Negó. ―Que bien finges, Apple. ―Ella que no quería dar a entender nada malo, intentó explicarse, pero Ethan no estaba dispuesto, él la dejó ahí parada con las lágrimas recorriendo sus mejillas. Apple entró al comedor cuando ya todos estaban sentados, ella se vio obligada a quedarse fuera para tratar de calmarse y disimular un poco que había llorado, pero eso fue algo difícil, es tan pálida que cualquier cosa se le nota. Nadie habló al respecto para no lastimarla más, Nozel se sintió un poco culpable, pero el saber que ese miserable se marchó por solo sentir un poco de presión lo hizo confirmar sus dudas. Un hombre sin carácter no es digno de su hija. ―¿Qué es eso de lo que querían hablar? ―Alexer llamó la atención de todos. ―¿Ya piensan darme responsabilidades? Déjenme disfrutar por lo menos un poco de mi libertad, ¿No creen? ―Bromeó haciendo gruñir a su padre. ―Justo por eso lo preparamos todo antes de tu llegada. ―Baylor se acomodó en su puesto. ―Nozel y yo planeamos esto por mucho tiempo y es hora de hacerlo una realidad, o más bien, es hora de que Apple y tú tomen las riendas. ―Apple y Alexer miraron a los dos hombres un poco perdidos. ―¿De qué hablan? ―Quiso saber Apple. ―¿Papá? ―Insistió. ―Hemos iniciado un negocio de hotelería. ―Explicó Nozel. ―Lleva menos de un año en el mercado, pero está siendo un éxito rotundo, ustedes dos se encargarán de llevarlo a la cima. ―Apple olvidó por completo la tristeza y la enorme sonrisa que se dibujó en su rostro fue tan expresiva que todos sonrieron. ―¿De verdad? ―Ella no lo podía creer. ―Sí. ―Esta vez fue Baylor quien tomó la palabra. ―Ambos son los dueños y señores. ―Alexer bufó. ―Olvídenlo, no pienso participar en eso. ―Levantándose de la mesa se marchó a su habitación, no piensa trabajar con ella, no cuando está tan enojado y la desea de tantas maneras. ―¡Alexer! ―Apple fue tras de él, pero el tamaño gigante del amargado lo hace caminar rápido. ―¿Por qué siempre debes ser un limón tan amargo? ―Entró a la habitación hecha una furia. ―Quizás a ti no te guste la idea porque te gusta hacer lo que te da la gana y estar solo con mujeres, pero a mí sí me importa. ¿Por qué has cambiado tanto? ―La única que sigue siendo una ingenua eres tú. ―Fue frío con ella, eso para Apple fue nuevo, él siempre es un patán, pero ahora es distinto. ―¿Qué te pasa? ―Lo miró realmente perturbada. ―¿No te bastó dejarme sola? ―Preguntó con el ceño fruncido. ―¿Ahora vienes y me tratas como si fuera una extraña? ―Negó dolida. ―Bien, no lo aceptes, yo puedo hacerlo sola, por algo estudié y me preparé desde siempre. ―Antes de que pudiera abrir la puerta, Alexer la detuvo del brazo y tiró de ella acercándola por completo a su cuerpo. Ambos se miraron a los ojos, él deseó besarla y reclamarle por esa relación que tiene con ese idiota, en cambio, ella siente su corazón enloquecido en su pecho, mirar esos ojos azules oscuros la puso realmente nerviosa. ―Cierra la puerta cuando salgas. ―La soltó y le dio la espalda, todo eso es una mala idea.
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