Al día siguiente Dominick y Valerie reposaban relajados en los muebles de la terraza, habían pasado el día en la playa, nadando, riéndose y disfrutando de la vida, en ese momento compartían unos ligeros, pero exquisitos sándwiches, mientras él le mostraba todas las fotos que tomo durante el día.
—Tienes mucho talento para la fotografía, deberíamos organizar una exposición en la galería. — comento ella.
—No creo que tenga suficiente potencial para eso, pero gracias, significa mucho para mí. — él le deposito un pequeño beso en sus labios.
Pero nada era pequeño cuando trataba de él, cada vez que la tocaba, que la besaba o que la miraba ella sentía como si su sangre se volviera caliente y espesa, porque cada parte de su cuerpo subía unos grados y comenzaba a palpitar, Dominick tenía ese e
