El oficial hojea mis pruebas, lo hace de forma rápida y sin detenerse hasta que llega a la última hoja, levanta la vista y frunce el ceño para después acomodar su espalda contra el respaldo de su silla, la cual parece ser más cómoda que la silla de madera en la que estoy sentada.
—Hable con su madre el otro día respecto al contenido del teléfono—explica inclinando la mirada, quizás para encontrar las palabras adecuadas para explicarme—debido a la carta que dejo su hermana, el caso fue archivado, ya que se fue por su propia voluntad, por supuesto, crei necesario que se investigara el contenido del teléfono, puesto que pudo ser engañada, pero su madre insistió en que se cerrara el caso.
—Pero esto prueba que mi hermana fue engañada y no solo eso, ella es menor de edad y el hombre con el qu
