Llego a casa después de cinco horas, mi espalda me está matando, pero a pesar de mi malestar disimulo cuando entro a la casa, me encuentro con mis antiguos vecinos quienes me dirigen una sonrisa forzada, entre amarga y vergüenza, deduzco que por la situación en la que nos hemos vuelto a reunir. Respondo con una media sonrisa, pero no me atrevo a saludarlos, algo en el ambiente se siente lúgubre como si alguien hubiese fallecido, quizás la alegría que falto cuando mi hermana no regreso a casa.
A pesar de que entra suficiente luz por las ventanas para iluminar el lugar, siento que la casa permanece bajo una extraña sombra que lo oscurece todo, aunque quizás sea que hay demasiada presión y también podría deberse al exceso de personas que entran y salen con hojas de papel. Observo varias máquinas, las cuales no nos pertenecen, son máquinas de fotocopiado que trabajan sin descanso, cuando me acerco, veo la fotografía de Emily.
Es una fotografía que recientemente publico, por supuesto antes de todo este alboroto. Se puede ver su cabello castaño claro y ondulado que baja por sus hombros hasta que choca contra una chaqueta verde que papá le regalo en su cumpleaños el año pasado, también se puede ver parte de una blusa negra, la cual si no mal recuerdo pertenece a mi mamá, pero seguramente se la presto para esa ocasión. En aquella fotografía muestra una gran sonrisa, pero no es de sorprenderse, a mi hermana siempre le ha gustado demostrar sus emociones desde que era pequeña, no solo con los gestos de su rostro, sino también con sus manos e incluso hablando.
Verla en un afiche de se busca, solo me confirma lo horrible que es la realidad del mundo, por lo que no me detengo en ese sitio y busco a mamá. A mi paso me encuentro con cajas llenas de más afiches con el rostro de Emily, que supongo que tanto los vecinos como mi mamá han aportado de su tiempo y esfuerzo para poder fotocopiar la misma hoja un par de veces hasta llenar varias cajas, quizás no solo para pegar el rostro de mi hermana en todo Taneytown, sino también en otras zonas del condado.
Al cruzar por varias habitaciones de la casa, finalmente la veo por una ventana, esta atendiendo a unos vecinos, los cuales viven a la vuelta, sobre la esquina de la calle, asi que decido salir. Veo a mis padres juntos, papá tomándola del hombro dándole todo el apoyo que puede y mi mamá, con los ojos llorosos tratando de no romper en llanto frente a los vecinos que se llevan una caja llena de hojas para ayudar con la causa.
—Helena—me dice mama extendiéndome sus brazos no solo para consolarme, sino también para confirmar que al menos una de sus hijas se encuentra a salvo.
—Mamá—expreso al acomodar mi cabeza sobre su hombro, pero al hacerlo, percibo un extraño olor, me parece como a una prenda que ha estado guardada durante mucho tiempo sobre un sitio húmedo. Ignoro el aroma, supongo que después de todo este asunto, mamá no ha tenido tiempo para lavar ropa, lo único que le preocupa es mi hermana— ¿Saben algo sobre ella?
Levanto la vista y miro a papá, quien niega con la cabeza, una vez que los vecinos desaparecen de nuestra vista, él se torna un tanto molesto, como si le disgustara no solo el hecho de que Emily se perdiera, sino como si estuviera culpando a mi madre por lo ocurrido. Siento demasiada hostilidad en el ambiente
—Te prepararé algo de comer ¿Si, cariño?—expresa mamá, esta vez su voz se escucha un tanto temblorosa, como quien está a punto de llorar, pero al final no lo hace.
Asiento, no sé que como lidiar con esta situación, jamás me vi en algo similar, así que no entiendo muy bien que es lo que está pasando, mis padres parecen molestos, pero un poco más allá de la situación de Emily, hasta diría yo que tratan de disimular que han estado peleando.
—¿Tu hermana no te llamo?—dice papá de pronto. Encorva un poco el cuerpo, y saca un cigarrillo, lo coloca sobre sus labios y lo enciende con un mechero plateado en el que se puede leer "Para el amor de mi vida" pero que yo recuerde mi mamá no le ha regalado algo así, aunque supongo que tal vez se lo habrá regalado mientras estuve en la universidad.
—No, hable con ella en la semana, pero no me dijo nada sobre lo que haría los siguientes días. Quedo en hablarme, pero no lo hizo—le explico.
Mi papá luce decaído igual que todos, pero además de eso luce molesto, incluso incómodo por tener que estar aquí, rodeado por nosotros, sin embargo, intuyo que se debe al hecho de que tuvo que cambiar sus planes al último minuto.
—Debí llevármela a Washington—menciona mi padre en voz alta cerrando el mechero, como si estuviera reclamándose a si mismo por no realizar algo que quizás ya había metido antes.
—¿Qué?—me atrevo a preguntar y reflexiono porque razón habrá dicho eso, por lo que sé, él vive en un departamento con otros de sus compañeros, fue por esa razón que no podíamos visitarlo entre semana, porque si no estaba trabajando, estaba descansando en ese lugar, los únicos días que podíamos verlo, era cuando venía a casa los fines de semana.
—Nada—dice relajando sus facciones, me dirige una sonrisa forzada—ve adentro, come algo, estaré en el patio trasero.
Gira sobre su eje y camina despacio, pero no se atreve a entrar a la casa y salir por la puerta trasera, supongo que se debe a la multitud que se encuentra en el interior, así que rodea la casa y abre la puerta de madera que da paso hacia el jardín, donde se encuentra un árbol, en donde cuelgan un par de cuerdas que él puso ahí hace un par de años para hacer un columpio casero, uno que tanto Emily como yo dejamos de usar hace tiempo.
Vuelvo a la casa, esquivo a mis vecinos hasta llegar a la cocina donde veo a mamá preparar lo que parece ser huevo con jamón, me aproximo a la mesa y tomo asiento, hay muchas cosas que están fuera de lugar, los pequeños contenedores donde guarda el café y el azúcar, así como alguna que otra caja de cereal aparentemente, vacías, además de que hay bolsas por doquier y manchas tanto en la mesa como en la barra de la cocina. A mi parecer esto tiene pinta de tener ya varios días, pero inmediatamente descarto que sea por el asunto de Emily, mi mamá no suele tener la casa de la manera en la que se encuentra.
—¿Quieres café?—pregunta dejando un plato redondo frente a mí con el huevo encima. Asiento y ella da media vuelta dirigiéndose a la cafetera, la enciende y se pone de espaldas a mí para poner su atención a la pequeña máquina.
Tomo el tenedor que ha dejado a un lado del plato, no me lo como inmediatamente, la verdad no tengo apetito y aún me duele un poco la cabeza, pero si tengo ganas de tomar un poco de café cargado para tratar de despertar.
—Papá parece molesto—comento dirigiendo la mirada hacia mamá, pero de pronto escucho un sonido que me obliga a levantarme de mi sitio, al observar con atención, noto que ha sido ella quien ha tirado la taza en la que pretendía servir mi café.
—Que tonta—se dice a sí misma—iré por algo para limpiar todo esto.
Se va por el pasillo hasta el pequeño cuarto de servicio, que esta unos cuantos pasos de la cocina, pero supongo que no encuentra lo que busca porque se tarda algunos minutos. Cuando vuelve, regresa con una bolsa, como las que se usan para recoger los excrementos de un perro, aunque nosotros no tenemos ninguno desde que murió el último, una perrita cocker spaniel que papá había encontrado en la calle mientras regresaba a casa, por supuesto, cuando aún éramos niñas.
Recoge la taza pedazo por pedazo, por suerte no parece haberse roto en pequeños fragmentos que puedan lastimarla, al contrario, solo se trozó en cuatro partes que ella recoge fácilmente.
—Termina de comer, enseguida vuelvo—indica olvidándose de mi café, por lo que no veo otra alternativa que hacerlo yo misma, me sirvo el café y vuelvo a mi lugar. Cuando termino de comer, ella no vuelve por lo que pienso que tal vez le ha incomodado o incluso molestado que yo mencione el hecho de que papá este molesto.
Comienzo a limpiar lo que puedo, supongo que parte de la molestia de papá es por causa de todo el desorden que los vecinos tuvieron que ser testigos, así que limpio hasta dejar todo más o menos en su lugar, hace mucho que no estoy aquí, así que no sé si lo que hice es como ellos acostumbran a tener las cosas guardadas.
Cuando termino busco a mama, para preguntarle en qué otra cosa puedo ayudar, ya que los vecinos han acaparado el sitio y las cajas, igual estorban el paso, pero no la veo por ningún lado, la busco en su habitación, pero no hay rastro de ellas, así que continuo por el pasillo hasta que mis pies se detienen frente a una puerta que reconozco, la habitación de Emily.
Giro la manija de la puerta y empujo con lentitud, pensando que tal vez mamá está aquí, pero al abrir completamente descubro que la habitación está vacía. Camino observando mi entorno o mejor dicho el territorio de Emily, donde solía dormir y en donde muchas veces no habíamos desvelado viendo películas de terror o románticas, a ella le gustaban las románticas. Es extraño como un lugar en donde siempre solía encontrarla, por primera vez ha desaparecido, solo parecen estar sus recuerdos.
Me paseo mientras un extraño nudo comienza a formarse en mi garganta, observó su cama, sus peluches y sus decoraciones, en su pared puede verse algunos banderines de la preparatoria y de la universidad que nos había dicho que le había gustado cuando yo envíe mis solicitudes, también están dos banderas, la de estados unidos y la de México, según ella porque ambos formaban parte de ella, estados unidos porque le había dado un hogar y México porque formaba parte de sus raíces, ya que nuestros padres habían migrado aquí en busca de una vida mejor.
Continuo hasta llegar hasta su escritorio donde veo su computadora, sus libros, los números de las revistas que le gustaba colecionar sobre moda y chismes, así como un par de fotografías, en las que se puede ver a nosotros cuatro cuando fuimos a Disneyland en mi décimo cumpleaños, ademas veo algunas fotos de ella con sus amigos de la preparatoria y por ultimo, veo una fotografia donde esta con una chica de piel oscura, supongo que ella es Harper, la amiga con la que fue a pasar la noche.
Respiro profundo y tomo el marco con la fotografia, lo abro y la saco para observarla mejor, esa chica no parece ser una mala persona, pero me pregunto porque razon ella o sus padres no estan ayudando con la busqueda cuando fue en su casa que mi hermana desaparecio. Me parece sospechoso, pero no quiero sacar conjeturas sin averiguar mas sobre ella y sus padres.
Cuando levanto la mirada, puedo ver a traves del vidrio de la ventana, a mis padres. Mamá lleva puesta una bata rosa que es muy calientita, pero la cinta con la que se cierra comienza a ensuciarse gracias a los movimientos brusco que hace con las manos como si estuviera protestandole algo a mi padre, él esta de pie frente a ella, mostrandose imponente y severo.
Me acerco un poco a la ventana, no logro escuchar lo que se dicen el uno al otro, pero cuando mi papá comienza a mover los labios, escupe el cigarrillo, se altera y tambien mueve las manos molesto. Es facil suponer que estan peleando, pero pienso que en un momento como este, las pelas salen sobrando, de un momento a otro, papá le da una bofetada con tal fuerza que mi madre cae hacia el suelo ensuciando su bonita bata. Aquello me deja prepleja, es la primera vez que los veo pelear de esa forma o que incluso mi papá le ponga las manos encima a mi mamá, ver la escena me enfada por lo que decido salir e intevenir, pero mi padre le grita algo y luego camina lejos de ella y supongo que tambien lejos de la casa.
Mamá se levanta de su sitio, se le ve abatida, pero aun asi camina hacia el otro lado para entrar a la casa por la puerta trasera, me apresuro a salir de la habitacion de Emily para averiguar que diablos paso y porque pelearon, pero cuando llego al pasillo, mi mama se ha quitado la bata, quedandose solo con un sueter n***o que pienso es demasido delgado como para usar a estas horas, aunque todavia se puede ver la luz del sol, hace frio helado alla afuera.
—¿Mamá?—me atrevo a preguntar.
—¿Que paso hija?—pregunta forzando una sonrisa, casi como si quisiera aparentar que no ha pasado nada, pero la marca roja en su rostro es mas que obvia—¿Ya terminaste de comer?¿Quieres algo mas?
—¿Te encuentras bien?—cuestiono un tanto incomoda por lo que acabo de presenciar y aun mas porque mi mama lo quiera ocultar.
—Si, hija, no te preocupes, es solo que sigo afectada por lo de tu hermana, pero no hay nada de que preocuparse—explica minimizando lo que siente, quizas por pena o tal vez para evitar que me enfrente a mi padre por lo que hizo.
—¿Estas completamente segura?—insisto, quiero revelarle que vi a mi padre golpeandola, pero tal vez no sea el mejor momento para hablar sobre lo que paso, pues pienso que todo esto ha sido desencadenado por la ausencia de Emily, aunque por lo que dijo papa intuyo que él habia pensado seriamente llevarsela lejos de aqui, quizas lejos de mamá y ya que no esta, tal vez esta culpandola.