Ahora que sé cuál es el contexto de la situación, que mi hermana solo es una víctima con la cual jugaron con sus sentimientos, un resentimiento me ahoga por dentro. Deslizo la conversación hasta unos días antes de la desaparición de mi hermana, no me siento con la fuerza para leerlo en ese momento, ya han pasado un par de horas desde que comencé a leer, por lo que no solo es el mar de emociones lo que me indica detenerme, sino también el cansancio.
Me tallo los ojos un par de veces con las manos, tengo que intentar desvanecer el sueño a como de lugar, pero aunque mi voluntad dicta algo, mi cuerpo quiere rendirse, no solo por el efecto que la lectura me esta causando, sino porque han sido días en los que no he podido dormir bien o incluso pegar el ojo en toda la noche. Suspiro, dejo todo
