Capitulo 7ILESA y el Duque palmearon de nuevo a Che-Che y se encaminaron hacia la puerta. El leopardo los siguió e Ilesa volvió la mirada hacia él. —Creo que sabe que estamos preocupados— dijo. —Estoy seguro de que lo sabe— afirmó el Duque. Cerraron la puerta tras ellos y atravesaron el huerto con rapidez. Cuando llegaron al jardín de las hierbas, el Duque se detuvo. —Creo— sugirió— que será mejor que entremos separados. —Por supuesto, es lo más sensato— reconoció Ilesa. Pensó en lo inteligente que era al pensar en todo y levantó la mirada hacia él, con ojos muy brillantes. —Te amo— dijo el Duque con voz profunda—, y sabes lo mucho que me preocupa en estos momentos que trates de escapar de mí. Ilesa balbuceó: —No... lo... haré, pero... —¡Lo sé, lo sé!— la interrumpió el Duque—. Si