conociendo un lugar nuevo.

1539 Words
Me levanté y estaba tan cómoda que no quería salir de la cama, era tan suave, decidí pedir servicio a la habitación. llegaron en unos 15 minutos estaba hambrienta, todo se veía delicioso. Había huevos revueltos, tocino, tostadas francesas, ensalada de frutas y jugo de naranja. devoré todo hasta quedar saciada. esto era perfecto pero las cosas así no duran...Tenía que buscar donde instalarme y un trabajo, el dinero que traía no me duraría toda la vida, así que me levanté de la cama, fuí a la ducha; lavé mi cabello y cepille mis dientes, el agua se sentía deliciosa en mi cuerpo disfrutaba de una ducha sin pensar que mi marido entraría, para obligarme a tener sexo, en más de una ocasión entraba para obligarme, aunque yo no quisiera, recuerdo una vez decirle que no. Eso solo hacia que se enfureciera más, y que me golpeara más fuerte, yo solo era un objeto para el. estaba tan distraída pensando en eso que no me dí cuenta cuando sangraba mi brazo, frote tan fuerte que cause una herida; estire el brazo a la regadera y observaba como el agua se tiñó de rojo, y se iba por el drenaje. Salí de la ducha; tome una toalla y cubrí la herida aplicando presión para calmar el sangrado, Eso lo aprendí de tantas veces que Jackson me causaba heridas y sangraba. tome otra toalla para secar mi cuerpo. Abrí mi maleta y saque un vestido que había en ella, lo elegí en la tienda sin apreciarlo mucho pero... Era hermoso no tenía mangas y su tela era muy suave con algunas flores dibujadas. En la espalda tenía un pequeño escote, igual que al frente y daba forma en la cintura como una guitarra, lo aprecié detenidamente, luego lo pase por mi cabeza y metí mis brazos se sentía mejor de lo que se veía, me acerque al espejo y sorprendentemente me veía bien, nunca hubiera podido usar algo así en casa. Jackson diría " que mierda estás usando" o " pareces una vaca quítate eso" entonces levanté mi barbilla frente al espejo y grite – ¡Que te parece Jackson mira lo que estoy usando!– sonreí de satisfacción, podía usar lo que quisiera, comer lo que se me antojara podía ser libre me sentía como una mariposa que salía de la prisión de su c*****o, deje que mi cabello se secara con el aire. Tome dinero las llaves de mi habitación y bajé. Saludé al portero el abrió la puerta con amabilidad, era un hermoso día el sol brillaba y me quemaba la piel era deliciosa esa sensación, la brisa me golpeaba el rostro como una bofetada gratificante. veía los autos pasar y el hermoso color verde en los árboles, me detuve en varias tiendas a observar los aparadores, paseaban personas en bicicleta, este era un ambiente muy diferente. La vida al fin me sonreía. Me acerque a un puesto de periódicos, compré uno quería verificar los clasificados para conseguir un lugar en alquiler y trabajo. Camine unos pasos más y había una venta de rosquillas. Ya era medio día así que decidí comer unas estaba concentrada en las rosquillas, en su delicioso glaseado que no mire al frente, alguien choco conmigo e hizo que cayeran todas al suelo exepto la que tenía en las manos, me disculpé ¿no sé por qué? Ya que no era mi culpa. Pero así lo hice, cuando levanté mi rostro para mirar, la más grata de las sorpresas. Marcus obethe, ese caballero que me salvó la noche de ayer, yo le sonreí el me miró sorprendido, era una casualidad pero gratificante. llevaba pantalones jeans n***o un suéter azul muy fresco que dejaba al descubierto sus brazos marcados su cabello fluía con el viento, trague saliva. (Ese hombre era perfecto.) – ¡Que grata sorpresa! verla de nuevo, esther,– el me sonreía pero yo lo mire un poco extraño, ¿esther? luego abrí mis ojos. ¡Claro! como se me había olvidado yo ahora me llamaba esther. – Igual digo yo, Marcus es un placer encontrarlo de nuevo– el miró al otro lado de la calle, señaló un restaurante que había. – bueno, como acabo de tirar su almuerzo ¿que le parece si le invito algo de comer?– el me sonreía muy animado sin pensarlo mucho acepté, cruzamos la calle mirando a los dos lados, entramos al restaurante era un lugar muy bonito con mesas redondas y manteles blancos tenía una pequeña barra, también había un toca discos hace tanto no veía uno de esos, el piso era brillante, también se podía ver a la calle ya que tenía un cristal transparente. Nos acercamos a una mesa, tomamos asiento un chico joven se nos acercó aparentaba unos 23 años tenía una camisa, negra y pantalón n***o con un delantal, llevaba una pequeña libreta en su mano. – bienvenidos, a "the food contry" ¿en que puedo servirles?– yo mire el menú que estaba en la mesa y había toda clase de platillos, opté por un filete con puré de papas y ensalada. Pedí una limonada y Marcus pidió pollo asado con salsa agridulce papas fritas y también limonada. Charlamos antes que llegara la comida. – que le ha parecido Denver?– el me observaba muy atento. –bueno, solo hoy salí a dar una vuelta, así que lo poco que he visto me agrada.– yo mire sus ojos azules, no podía evitarlo eran muy llamativos atraían. – entonces le gustará el jardín de esculturas de Benson park, es hermoso un área verde donde puede disfrutar de un picnic, y ver las esculturas que hay en el parque– se le veía tan animado que solo podía observarlo y sonreír. – ¡oh, me encantaría conocerlo!– el inclino su cabeza y frotó su barbilla en modo pensativo. Luego me miró y esbozo una sonrisa. – ¿que, le parece si la invitó al parque este fin de semana.?– yo lo pensé por unos segundos, no sabía que responder quería pero debía conseguir un lugar donde instalarme, y un trabajo pronto. Carraspe he hice un gesto de tristeza no quería rechazar su invitación. Pero se me ocurrió una idea, – que le parece, si acepto su invitación pero, podía ser la próxima semana.– el suspiro se había desanimado pero pronto recupero esa sonrisa. – está, bien espero, no me deje plantado.– soltó una carcajada y yo lo acompañe me sentía tan a gusto con el que parecía que lo conociera de toda la vida, era muy amable no solo era hermoso por fuera también lo era por dentro. Al llegar la comida la disfrutamos Marcus me preguntó si deseaba comer un postre, pero me negué ya estaba satisfecha y no pensaba comer tanto tenía planeado hacer dieta para adelgazar. (Este nuevo amigo me sentaba bien.) – y cuánto tiempo estará de vacaciones?– esa pregunta me hizo poner nerviosa, sin querer tropecé mi vaso de limonada dejándolo caer, me aterró y me precipite a recogerlo, Marcus se levantó de su asiento para ayudarme. Pero no ví cuando estaba frente a mí así que por instinto me cubrí el rostro, reaccione y me dí cuenta de mi grave error, estaba tan apenada el me miraba de una forma extraña, seguramente pensaría que yo estaba loca. –Lamento si la asusté solo quería ayudar– yo lo observé y volví a mi asiento, no sabía que decirle cuando me disponía a hablar, la chica que nos atendió vino con unas toallas para secar toda la limonada derramada, Quería ayudarla pero ella no me lo permitió, Marcus p**o la comida y salimos del restaurante. Yo me sentía incómoda por el incidente pero el parecía haberlo olvidado, se ofreció para acompañarme pero me negué quería caminar sola un rato. – fue un gran placer verla, y espero encontrarla otra vez– yo sonreí y asentí con mi cabeza. – eso, no lo dude Marcus lo veré pronto– el me despidió con un beso en la mejilla y al sentir sus labios, mi piel se erizó me sonroje, espero el no se haya dado cuenta. el hizo un gesto como si hubiera olvidado algo muy importante. –olvidaba decirle, estoy cerca de aquí a unas cuantas cuadras, tengo un negocio de motocicletas.– yo quite mi cabello de mis rostro, ya que la brisa lo alborotaba y mire en dirección donde el señaló. – ¡me encantaría conocerlo!– sonreí emocionada el me devolvió la sonrisa y nos despedimos. Camine en dirección a mi hotel pero no pude evitar voltear para verlo otra vez, Para mí sorpresa el hizo lo mismo. Nuestras miradas de encontraron, Y ambos sonreímos yo voltee muy apenada no debía para saber, que tenía el rostro colorado. ¿Que me sucedía con este hombre? Tenía nuevas sensaciones unas que nunca había experimentado con nadie en mi vida. Cuánto tiempo de estuve casada con Jackson, sin sentir más que decepción por casarme con el, todos los días me arrepentí de haber tomado esa triste decisión, sin pensarlo antes. Solo porqué estaba sola y no tenía a nadie, pero prefería en mil años estar sola, a todo el sufrimiento que el me causo. Se encargó de hacer lo más miserable posible nuestros años de matrimonio, pero eso ya era parte del pasado, está sería mi nueva vida y Jackson estaría fuera de ella por fin..
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD