La tarde era agitada en el trabajo, ya que debía sacar cuentas, llenar formularios, hacer envíos aunque estaba cerca de Esther no podía sacar tiempo para ir a verla tan solo 5 minutos. La verdad que últimamente pensaba mucho más en ella desde ese día en Benson park. Solo quería estar con ella, besarla sentir su cuerpo ella es perfecta en todo los sentidos... La voz de Dominic me hizo entrar en la realidad. –Ehh, Mark ¿estás en este planeta?– yo lo miré y asentí el soltó una risa burlona. –Pero no parece estás como en júpiter, esa mujer te trae bien rendido.– el se volvió a reír y yo le seguí pues era la verdad, no podía negar algo que era totalmente cierto. –Que te puedo decir Dominic ella es la indicada.– el asintió afirmando lo que yo decía. Un mensajero llegó con un paquete y yo me
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