Mi primer día de trabajo transcurrió excelente, Samantha era una chica muy enérgica. Me explico cómo arreglar toda la ropa y atender a los clientes; yo sentía mucha pena ya que, era mi primera vez en un trabajo, pero Samantha era muy paciente y me animaba para tener más confianza en mí, algo que note de ella era su amor por el baile. Colocaba música y comenzaba a mover las caderas. En un momento ella estaba bailando y dos chicas pasaron y se la quedaron viendo, pero ella solo respondió – Aquí, no solo vendemos ropa, también ofrecemos clases de baile.– y siguió moviéndose al son de la música, la chicas sonrieron y siguieron caminando, la verdad es que, en mi vida había conocido una persona como, Sami sus buenas vibras eran contagiosas, su forma de tratar era muy cariñosa y podías hablar c