Dejé a esther en su hotel, y solo pensaba en todo lo que sucedió está noche, toque mi mejilla y aún sentía, el roce de sus deliciosos labios, ella era realmente perfecta, jamás pensé verme en una situación así, loco completamente por una mujer... En toda mi vida nunca tuve relaciones serias ni mucho menos duraderas, yo era un tipo lobo solitario, pero bien dicen que cuando llega la indicada lo sabes, y yo sabía que, ella era la indicada. Todo de esa mujer me volvía loco, sus ojos, labios, cabello, tiene unas piernas que... ¡diablos! en el buen sentido de la palabra, son de otro mundo perfectamente formadas y se ven tan suaves, solo imaginaba recorrer mis labios por esas piernas, hasta llegar a su abdomen, luego a sus pechos y besar sus labios perfectos. Como hombre imaginé esas cosas pero,