Te estas convirtiendo en el dulce que no quiero compartir con nadie. Sentía mi corazón ir a mil, no sabía porque me sentía sumamente enojada ¿Celos? Puede ser, pero mi corazón, mi mente y mis pensamientos estaban más agresivos que de costumbre, como si mis emociones estuvieran a flor de pie. —Te juro que no la invite —un preocupado Nickolas el cual volvió a mirarme. No quería sentirme bien al ver a Nickolas así pero sinceramente me fascinaba que su miradas y emociones estaban totalmente enfocados en mi en vez de aquella sirena que lo llevaría a su perdición. Mordí mi labio con rabia, no me había dado cuenta de que aquella detestable mujer se acercó a nosotros. —Nicki por fin llegaste —comento aquella mujer con su voz chillona — ¿Dónde te has estado quedando? Tienes varios días que no v