Eres el dulce que nunca puedo resistir.
Había regresado a New York el viernes un día antes de la fiesta, sinceramente no esperaba que al llegar recibiría tantos mensajes de Nickolas que era preocupante * ¿Por qué no me respondes? * *¿Acaso no me extrañas? * * ¡Me acabo de enterar que te desapareciste con Andrew! ¿Acaso ustedes dos tienen algo? * Leyendo el ultimo solo me hizo hacer una mueca en mi rostro.
—Leanette ¿quieres que te compre un vestido para la fiesta? —Un pensativo Andrew miraba su telefono mientras enviaba mensajes a sus abogados mientras su chofe nos llevaba a su hotel.
—No te preocupes, iré con un vestido sencillo —sonreí con manera tierna.
Durante los últimos días Andrew con la información que le envíe consiguió unos abogados que aceptaran el caso, al parecer con lo q
