Para preparar un buen postre con alguien más debes disfrutar y confiar.
Aquel sábado me levante con las emociones a flor de piel. Dejaba a Nickolas dormir mientras yo con una de las sábanas extras la usaba para cubrirme, comencé a caminar por la casa notando que era más pequeña y acogedora de lo que imaginé la noche anterior. Llegue a un pequeño barcón que daba visión afuera, había un hermoso lago a la distancia algo que no vi en la noche, aquello me gustaba, era una hermosa visión. La luz de la mañana tocaba en el lago de la distancia.
—Aquí estabas, como no estabas cuando desperté me preocupé
Alce levemente mi mirada notando a un Nickolas en boxer acercarse hacia donde estaba. El maldito cuerpo de ese hombre se notaba a lengua que aquellas secciones de boxeos le ayudaban a mantenerse
