Los abuelos de Dominic ingresaron primero a la habitación. Juliette se detuvo ante la puerta de la habitación de Dominic, su corazón palpitando de nerviosismo. Había esperado este momento con una mezcla de esperanza y temor, esperando que Dominic estuviera más tranquilo y dispuesto a hablar. Pero en el fondo, sabía que las noticias del fracaso de la operación habían sido un duro golpe para él. Con una respiración profunda, abrió la puerta y entró. Dominic estaba recostado en la cama, mirando hacia la ventana con una expresión sombría. A su lado, los abuelos Belmont y Telma lo observaban con preocupación. Al verla entrar, los abuelos se levantaron y se hicieron a un lado. Juliette se acercó a la cama y se sentó junto a Dominic, tomando su mano. Él no la miró. —Dominic, cariño, ¿cómo