¡Papá Juan, ayúdame!

1116 Words
Capítulo 9 ¡Papá Juan, ayúdame! Martina dejo a la maestra en la sala de estar y se fue al despacho rápidamente, desde su celular comenzó a llamar a Carlos, la primera llamada después de diez repiques, no respondió, segunda llamada después de doce repiques tampoco respondió y así estuvo más de diez llamadas hasta que se apagó el teléfono de Carlos, al fracasar con su esposo, decidió intentar don David, este contesto después de la quinta llamada, pero para su mayor irritación, no dijo ni una palabra después de responder la llamada, pero eso a ella no le importa, ella es la señora Zuloaga y él debe obedecerla “ ¿Porque te tardas tanto para responder mi llamada? ¿Te crees mas importante que yo? ¿crees que no puedo hacer que Carlos te despida solo con una palabra o todos los asistentes ahora son tan igualados que le faltan el respeto de esa manera a las esposas de sus jefes? Te ordeno que me digas ya donde esta Carlos y porque no responde el teléfono” estas fueron las palabras furiosas con las que Martina saludo al supuesto David que se encontraba al otro lado de la línea, lo que ella nunca se imagino fue que, el teléfono de David estuviera en altavoz en ese momento y no solo Carlos escucho su efusivo saludo, los médicos, el psicólogo y todos los que estaban reunidos allí la escucharon, así que Carlos la saludo “solo hoy me estoy dando cuenta de lo virtuosa que es mi esposa, aunque por muy virtuosa que seas, jamás despediría a un buen empleado por un capricho tuyo Martina, respecto a tus preguntas, creo que donde estoy no es realmente de tu incumbencia y que estoy haciendo tampoco, ah, tengo mi teléfono en la mano, no respondí porque no quise… ¿para que me llamas con tanta urgencia? Tienes dos minutos para decir lo que tengas que decir” Martina que aún no encontraba como disfrazar lo que había dicho, decidió hablar luego con él y echarle la culpa al estrés de no haber consumado todavia su matrimonio, en este momento lo mas importante es deshacerse de la mocosa, así que le dijo “lo siento esposo, estoy un poco estresada, menos mal que fuiste tu quien respondió y no David, si no, después no tendría cara para mirarlo, solo quería decirte que aquí esta la maestra de Fiorella, esta preocupada porque la niña hoy armo un alboroto en la escuela intentando quemar a otra niña y salió perjudicado el hijo de tu amigo del grupo Domínguez, al parecer involucraron a la policía en esto porque no es la primera vez que Fiorella hace estas cosas, así que creen que es la maestra que la está enseñando mal, ¿podrías hacer algo por la maestra? Además, yo sé que me dijiste que podía hacer los cambios que quisiera, menos remodelar la casa y cambiar al chofer de Fiorella, el mayordomo y su nana, pero creo que es por ese chofer que ella se está poniendo arrogante, ya que la nana y su mayordomo renunciaron porque no la soportaban” ya Carlos no quiso escucharla más y la interrumpió, “si, tienes razón… en un rato voy a enviar a alguien a resolver el asunto de la maestra, ustedes dos pueden esperar allí, pásame a Fiorella” en este momento Martina vio que eran pasadas las 5 de la tarde y ese tipo no había llegado con la mocosa, así que tuvo que improvisar “estemmm, la niña justo ahora esta en sus clases de natación, debe estar de vuelta en una hora, pero no me parece buena idea reprenderla por teléfono, deberías venir y hablar con ella” del otro lado de la línea Carlos quería tirarse de un puente por lo imbécil que fue al casarse con esta arpía. “ ¿Por qué no sabia que mi hija veía clases de natación tan tarde?” ella obviamente no va a desaprovechar esta oportunidad tan buena para hacerlo sentir culpable de todo “si pasaras algún tiempo en casa y no solo en la oficina supieras muchas cosas esposo mío” Carlos suspiro impotente ante sus palabras y dijo “si, tienes razón, debería pasar mas tiempo en casa, hablamos luego justo ahora estoy muy ocupado” y colgó directamente el teléfono… aunque Carlos le colgó el teléfono, Martina quedo muy satisfecha con esta llamada, sabiendo que quizá puede matar más de dos pájaros con una sola bala. Pero no olvido llamar al chofer de Fiorella, si el hombre va a venir debe comenzar a trabajar en Fiorella, pero del otro lado de la línea, ese chofer de quinta no le respondió el teléfono, a ella no le importa eso en este momento, ya llegaran, esta de buen humor, si tiene suerte hoy podrá poner en marcha su plan para consumar su matrimonio y ser definitivamente la esposa de Carlos Zuloaga, pensando en esto, fue a la sala de estar a tomar café con esa maestra que está toda sucia… En el hospital, Carlos estuvo un par de horas con su hija en brazos tratando de consolarla, pero era inútil, cuando su sueño era mas pesado, mas fuertes eran sus reacciones, cuando por fin se despertó la niña, tres horas después, actuó con mucho miedo, como si no reconociera al hombre que la abrazaba. Solo decía que era mejor irse al cielo con su mami, que ya no quería ayudar a papá y tampoco quería ser obediente, brinco de los brazos de Carlos y se acurruco en un rincón en una esquina en el suelo, cada vez que el intentaba ir a agarrarla, ella corría gritando hacia otra esquina, Carlos estaba a punto de llamar al doctor para que le administraran un calmante, pero en ese momento entro Juan y los ojos llenos de lágrimas de la niña se iluminaron saltando sobre el hombre que se encontraba aun aturdido en la puerta con su pequeño cuerpo, pero con una agilidad impresionante, y gritando “papá Juan ayúdame”. Lo que más le dolió a Carlos no fue la mirada de afecto y admiración que le dio la niña a su chofer, fue que la niña lo llamo papá Juan, y a el lo ignoro totalmente, por un momento sintió un terrible impulso de largarse y dejar a esta mocosa malagradecida aquí con su chofer para que el la crie y sean felices, pero al final… es su hija más amada y él sabe que todo es su culpa, apretó los dientes y se quedó en un sofá, aunque sea ignorado por su hermosa bebe, decidió estar allí para ella.
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