Sentado en su usual banquillo frente a la isla en la cocina, el silencio se sentía algo ahogante en ese momento, y aun así, Asher creía que no era correcto interrumpirlo.
Su mirada seguía silenciosamente a su callada pareja, quién se movía por toda la cocina preparando la cena para ambos. A momentos, cuando su perfil era visible, Asher podía apreciar el contorno de su mandíbula y como esta se mantenía firmemente tensa, al igual que el resto de su cuerpo.
Asher no sabía de lo que su pareja había estado hablando con su padre, pero lo que fuera, debió de haber sido horriblemente malo para que Caden reaccionara de esa forma.
Su Caden no era simplemente un hombre que reaccionaria a golpes, no. Su pareja primero pensaba las cosas, las analizaba, establecía un plan y lo seguía. No era el tipo
