Comenzando a sentir una especie de pesadez en su cuerpo, Asher intentó seguir el mismo ritmo de su profesor de baile, pero en la última parte terminó con un movimiento torpe de pies que arruinó toda la coreografía que le habían enseñado.
Con su respiración agitada, Asher dejó de bailar y tomó asiento en el suelo un momento. Tomando profundas respiraciones y exhalando lentamente, el humano intentó calmarse, sintiéndose un poco frustrado de que su aguante se hubiera puesto tan débil.
Si no fuera porque era una sensación que incluso le había perseguido a lo largo de su tour, Asher seriamente habría creído que el tomarse aquellos cuatro días para disfrutar y descansar con su pareja, arruinó su resistencia.
—Creo que necesitas tomar unos minutos de descanso —anunció su profesor.
Asher alzó
