Capítulo 76 Totalmente obsesionado La sonrisa de Reginaldo se profundizó, yo estaba enojado y divertido. Por una parte, ¿de dónde sacó este imbécil recién aparecido y problemático las agallas para hacerse el padre del año? Por otro lado, ¡es demasiado cara dura e intenso! ¿de verdad estaba espiando el corredor, solo porque cerré las ventanas? “aunque no tengo ninguna razón para responder a tus preguntas; por la estabilidad mental de la señora Quintana lo voy a hacer. Por tu culpa y la de tus subordinados, ahora la señora Quintana se enfrenta a un grave problema de depresión e insomnio, si hubieras aprendido a controlar a tu amante, o tu mano derecha o lo que sea que signifique victoria para ti, ella no hubiera tenido la oportunidad, ni la confianza de molestarla cuando se le antoja