El susurro del viento era lo único que percibía en la ciudad, en su calles mas lujosas y en su barrios bajos. La noche reinaba en el firmamento y la luna era testigo de las peores atrocidades y también de las pruebas de amor mas hermosas.
Un fiel servidor del señor cazares, la envió de vuelta a casa, donde Sofia ya había sido avisada que su chica regresaría. Ella la espero afuera y cuando el auto de detuvo frente a los dormitorios se mostro orgullosa del resultado de la subasta, estaba ansiosa en expresarle cual había sido su ganancia de la noche y por supuesto como podía obtener mas de aquel hombre, pero cuando Camila bajo del auto ella ni siquiera la miro, mantuvo la mirada agachada y pensativa. Estaba absorta en sus pensamientos, seguía pensando en aquel hombre, en su atractivo y en su
