.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-. Irene .-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-. El rostro de Francesco se crispó con mis palabras y su respiración se hizo más pesada y sonora. Lucía como si le hubiese escupido en la cara en lugar de declararle mi amor, y si bien no era una reacción que me sorprendiera… Tampoco es que me hiciera muy feliz. __ Pánico en tres, dos, uno… __ Pensé con decepción, y justo en ese momento Francesco se levantó del mueble aún con la caja en la mano derecha, mientras que la otra se la pasaba por el cabello una y otra vez. Parecía no ser consciente de la vulnerabilidad que estaba demostrando, porque jamás le había visto así. Luego de dar un par de pasos en falso, exhaló bruscamente y volvió a mirarme, mientras negaba leve pero repetidamente con la cabeza. Si alguien ajeno